Narco Estado.

Estar enmarcados en ese estereotipo de mesías en Latinoamérica que unirá ha los pueblos, traerá la lluvia y multiplicación de la cosecha  y el ganado. Este paraban decorativo que existe en el  Sur, que no nos permite ver más allá de nuestra capacidad de entendimiento de lo social. No solo Venezuela estaba falta de un liderazgo, preclaro y conciso para la solución de sus problemas de crecimiento económico, es la necesidad de toda Latinoamérica. Que fijo una posición equivoca y cierra la vista ante los problemas, porque, creemos que estos se acaban inyectando dinero. La miseria de los pueblos, es lamentable si muchos no comparten mi visión, pero es la capacidad individual de saberse útil a la sociedad y luchar para que eso sea su norte, el estado debe hacer entender a los ciudadanos, que es necesaria su preparación para el trabajo y el estudio netamente necesario. Hoy enfrentamos la debacle de unos de los países más importantes de Latinoamérica económicamente, destruido por el comunismo y el silencio complaciente de mucho que creerán que este tipo de fantasmas no cabalgará  su pueblo, el narcotráfico y el comunismo oportuno y la corrupción, son los ingredientes. Mientras haya ineficiencia y falta de justicia e igualdad, el comunismo oportuno pasara como el jinete sin cabeza por todos los países de Latinoamérica, muy especialmente por los del sur, que se han embarcado en una política equivocada de repartición y destrucción de sus capitales a expensas de un futuro sin sentido. La corrupción está abriendo la entrada al narcotráfico por una de las puertas más importantes de Latinoamérica Venezuela. Y con esto la perdición de todos los que de cerca la están mirando y colaborando para que suceda. El mesías hoy no era más que un aventurero sin rumbo conocido, que las corrientes del río lo llevaron a destruir la institucionalidad de su país creando los espacios y el campo fértil para el contrabando y los narcóticos. En verdad si tiene un matiz comunista oportuno y casual, pero descuidaron sus fronteras por los cuatro costados, mientras los dueños de países aledaños hacen lo que les viene en gana con ellas robándosela y permitiendo el narcotráfico, sobre todo a los ladrones de terrenos como Guyana, que lo ha hecho a través de muchos años y hoy con más fuerza. Por allí se está desangrando a Venezuela, mientras en el centro país hay un mareo constantes de la gente con un comunismo perverso, oportuno para  los ladrones y narcos. El silencio en Latinoamérica tiene su precio, el dinero del narcotráfico y el aprovechamiento de un país en desgracia. No es un cuento o una suposición, es ese continuo ataque hacia la democracia que se han fijado los países de Latinoamérica, por razones que ya han sido bastante explicadas, la están destruyendo en lugar de fortalecerla. Dos situaciones que nosotros el pueblo queremos evitar, el robo de nuestras fronteras y el contrabando ilícito de drogas. Por un lado se roban los kilómetros de fronteras, e inmediatamente contrata a empresas para la explotación del petróleo que existe en ellas, y por otro lado el permisivo descuido de las salidas de nuestros puertos, que nosotros los ciudadanos no podemos evitar y  nada podemos hacer, porque la autoridad principal del estado la Asamblea Nacional esta corrupta junto a los militares encargados de las armas, para el resguardo de la nación.  El narco comunismo se ha encargado de hacer creer, que el problema de los venezolanos es económico y de acuerdos entre las partes divididas.  Son miles de problemas por los que está pasando Venezuela mientras el narcotráfico y demás que hacen su agosto, comenzando por los capos permisivos que se encuentra hoy en Miraflores y en regimientos de guardia de la nación,  no se puede hacer nada para evitar el desastre que a diezmado la República,  que no sea reconstruirla toda desde sus cimientos, a donde hizo metástasis el cáncer de la corrupción y el narco estado. Tuvimos una visión de crecimiento y mejor situación para nuestros hijos pero no se pudo. La esclavitud es hija de las tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción. Simón Bolívar.  Debemos recomenzar por cuidar nuestros espacios de lucha, proteger a nuestros jóvenes, y con seriedad enfrentar el problema de estos gobiernos falsos puestos por el narcotráfico, que se han venido multiplicando por Latinoamérica. ¿Hacia dónde vamos?

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