Verdaderamente ya no hay muro de contención que soporte el gigantesco y pesado cuerpo revolucionario, no fue necesario una revuelta y menos una guerra económica, para que su endeble cuerpo limoso, que se resbala entre sus manos, o en aquellos que intentaban tapar el inmenso sol con un dedo, pues quisieron hacer de actuaciones delincuentes una muralla indestructible, que no pudieron sostener ni con el ejército y con unos tribunales corruptos, hasta la saciedad, que les duro lo que les tenía que durar. Ahora sus sucias marramuncias les hacen aguas por todos lados, y de tanto parche que han pegado, que ya muchos de sus miembros vienen pensando que mejor es huir, antes que la debacle inevitable termine por condenarlos a la cárcel y acabar con las riquezas, que pudieron hacer durante el tiempo que les duro el cuento de hadas que fue para todos ellos, y de horror para los venezolanos, que en medio de lo inverosímil de estos 17 años, no ha logrado entender, ¿cómo se mantienen en el poder una revolución? Que ha empujado el progreso que promulga a una cola interminable rodeados por ejércitos, que cuidan un poco de papel higiénico y una harina pan.
Si inentendible es y inexplicable, que en tantos años, no han podido levantar una sola empresa de las que han expropiado, y más que tenga la osadía de seguir con el descaro mentiroso, de que la gente quiere a un proyecto que lo único que ha traído es hambre y miseria para todo el país. Hoy están con la misma tautología pasados más de 17 años de que ascendieron al poder de manera fraudulenta, en los que el progreso de las familias ahora es cuando alegremente, puede pagar mucho más dinero del que pagaba antes por un producto de primera necesidad, y no conformes los revolucionarios, luego de darse el lujo de acabar con un país petrolero, se dan la tarea de acabar con el empresario que queda obligándolo a vender a perdida, solo porque ellos quieren crear una matriz, que asome a la gente de que si desean el bien para el pueblo, condenándonos a vivir como borregos que necesitan de la mano del caudillo ampuloso, que otorga y provee todo lo que necesitamos para vivir. Ya deberíamos estar haciendo los últimos preparativos, juntos los venezolanos pasando pulidoras a las cárceles, para donde van a ir a parar toda esta caterva de delincuentes, que ocupo durante todos estos años algún lugar dentro de los ministerios y cargos de envergadura, donde quedara demostrado la traición y saqueos que le hicieron al país, sin importarles el futuro que nos quitaron. Vergüenza si, pena, y tristeza ver como esos venezolanos de poca monta en nombre del pueblo, destruían la Venezuela que tanto les costó levantar a nuestros ancestros.
Más de las veces que los vemos su cara oculta y lavada, a los desalmados personajes que pudo haber parido la FFAA y la nación, nos da un sentimiento de desprecio y que en tantos años, hayamos vivido sometidos por unos delincuentes, que en nombre de Bolívar saqueaban su propia tierra, creo que si estuviera vivo no escatimaría de llevarlos al paredón por cobardes y traidores.
Esto que vivimos ahora y seguiremos viviendo, ojala sea parte de una historia que jamás olvidemos, de cómo un pueblo ignorante y sin malicia le dio tanta oportunidades y le confió tanto a un hombre enfermo de codicia, que logro disfrazar cada una de sus actuaciones con el oro que disimula el comunismo más atroz, con el que buscó someter a una población, sin tomar en cuentas antes de cómo resolver sus problemas mínimos de alimentación, menos lograr promover que el país pudiera volver a recuperar el rumbo en un instante, cuando se supiera de su fracaso, para lograr cambiar de viraje antes de que todo se perdiera, el mejor camino que escoge un delincuente es el de acabar con todo, cuando no ve que su casa descansa en suelo firme y que tarde o temprano tendrán que rendir cuentas a la justicia, que los acecha como a bestias salvajes que no merecen vivir porque su sangre no es suficiente para calmar el dolor que ha causado. La mejor condena es aquella que lleva a la cárcel al delincuente y que soporte el desprecio, con los que le mira la gente a través de los años que pasen, mientras este en este mundo.
Los síntomas que refleja hacia el universo, es que la revolución delincuente está acabada que no necesitamos del telescopio espacial Hubble, para conocer de su derrota y descalabro, que la mejor oportunidad la tiene cualquiera que los confronte, pues la herida que se infligieron ellos mismo cuando hacían los robos a la patria, termino por desangrar el poquito de sangre que quedaba en sus venas, pues tuvieron que ser de poca sangre y a demás de fría, para hacer lo que hicieron a sus propios hermanos. Que se termine de reventar esa represa, porque los que sostenían el peso ya están cansados y quieren huir.
Resistencia Venezuela 